Los cortos de Jonatan Relayze (Emilio Bustamante)
Este viernes 13 de julio a las 7:30 p.m. se exhiben cortos de Jonatan Relayze Chiang en el Centro Cultural José María Arguedas del Cafae-SE. Relayze es uno de los más originales e interesantes cortometrajistas peruanos. Desde hace años viene realizando películas no narrativas o débilmente narrativas, en las que experimenta con la composición, el montaje y el sonido para proponer nuevas percepciones de lo cotidiano, que resultan a veces líricas y a veces siniestras, pero siempre inquietantes.
En varias de estas películas (casi todas muy breves) Relayze incluye imágenes escatológicas que parecen acompañar a sus personajes a la degradación y la muerte como en el naturalismo más crudo, pero en no pocas ocasiones se producen también en ellas apariciones insólitas que adquieren la dimensión del milagro. Entre las películas que exhibirá este viernes se cuentan: Memento Mori, Paranoium, Profilaxia, Mami, Cuadro emético, Mirada Tusán y Días van.
Memento Mori (2004) toma su nombre de una frase latina que significa “recuerda que morirás”. Las primeras imágenes son las de la agonía de una mosca vista con un lente macro; el sonido es el de los gemidos y estertores de un hombre muriendo. La repulsión va cediendo paso al horror y la piedad.
En Paranoium (2004) una chica escribe en su diario que su hermano psicótico la quiere matar, pero quizá la enferma mental es ella. Los ambientes cotidianos se vuelven ominosos por los movimientos de la cámara y el desplazamiento de las luces, que deja en la oscuridad aquello que un instante antes era claro. Un ruido permanente de estática contribuye a crear una atmósfera de perturbación y obsesión.
Profilaxia (2007) tiene como escenario a un sucio cuarto de baño, y como protagonista a un hombre desaseado que encuentra un pez dorado en el inodoro. Lo abyecto es así invadido por lo sublime, pero la duración del plano del pez nadando en las aguas turbias hace que lo sublime termine por parecernos atrapado por lo escatológico.
Mami (2007) es un micro-documental de observación, casi de espionaje. Desde la ventanilla de un cuarto de baño (quizá el mismo que el de Profilaxia), vemos cañerías y paredes sin tarrajear de un ducto que une los departamentos de un edificio, y escuchamos lo que ocurre en un piso cercano: una niña llora, una madre autoritaria le ordena que se bañe y la deja sola dando un portazo, la niña la llama con un llanto desgarrado. De comienzo a fin se escucha el ruido del agua que cae de una ducha. La cámara se acerca a una parte de la pared del ducto cubierta con grumos rugosos de cemento. En los créditos se lee “captado” (no “dirigido”) por Jonatan Relayze; sin embargo, el zoom final fabrica una metáfora de la relación madre-hija, y es ya un comentario.
Cuadro emético (2006) es, en cierta forma, un corto-síntesis y autorreferencial del estilo y las obsesiones de su director. En un conjunto habitacional un hombre vomita sangre y una rosa, y se aleja corriendo del lugar mientras una joven lo observa desconcertada. La joven es también observada por las ventanas altas de un departamento. El empleo de tomas subjetivas y filtros nos remitirán a las diversas percepciones de los personajes, y el mismo director aparecerá fugazmente en un encuadre. El corto se convierte así en una suerte de arte poética sobre las percepciones distintas de lo real, las conexiones e influjos que existen -sin embargo- entre seres que tienen estas percepciones diferentes, la coincidencia de lo abyecto y lo sublime, y la labor misma del cineasta que trata de ordenar y dar cuenta de todo ello a los espectadores.
Relayze, quien tiene ascendencia china, también se auto-representa de algún modo en Mirada Tusán (2009). Allí muestra imágenes de China actual vistas a través de una lentilla que semeja a la vez la ventanilla de un avión y el encuadre gastado de una vieja diapositiva estereoscópica. Las tomas, que originalmente podrían ser vistas como registradas por cualquier viajero, adquieren nuevas significaciones con ese filtro. A través de él se remarca una separación física que connota una distancia cultural del que mira respecto de lo que es contemplado, pero al mismo tiempo se otorga a las imágenes un carácter de pasado familiar.
Días van (2010) toma la forma de un diario fílmico y registra el paso del tiempo desde un interior con ventanas. Hay un empleo de cámara rápida que llama la atención sobre el trayecto de las nubes y el desplazamiento de luces y sombras. Hay círculos luminosos que recorren el techo de una habitación como amebas u ovnis filtrados por un lente también circular que después -en la noche- luce rodeado de un tenue halo de fuego, y semeja un ojo ardiente. Hay aviones acrobáticos a lo lejos simulando aves de rapiña o gaviotas que levantan vuelo para caer luego sobre su presa en un mar que no vemos. Desde una ventana, distorsionado por efecto de wave, un perro defeca, y desde otras un edificio luce imponente y casi patriarcal. Fades marcan el comienzo y el final de los días, y una voz salida de un televisor habla irónicamente del “momento culminante”. Las imágenes parecen aleatorias, pero sus repetición nos sugiere que no lo son; parecen reclamar la contemplación, pero son perturbadoras; parecen representar el tedio, pero invitan al descubrimiento o la recreación.
Desde que era un estudiante de la Universidad de Lima, Jonatan Relayze viene desafiando a la ficción aristotélica, y buscando consolidar un estilo. Hoy que romper con la narración clásica, experimentar nuevas formas de contar historias, mezclar documental y ficción, e inclusive realizar películas experimentales no narrativas, es cada vez más frecuente entre los novísimos realizadores peruanos que buscan vías alternativas de expresión, es recomendable echar una mirada a los muy personales cortos de este joven cineasta que hace tiempo empezó a recorrer un camino distinto al convencional, y que fue entonces poco comprendido.
El comentario de Emilio Bustamante es citado en esta noticia de La República.
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